En Paraguay, la precariedad laboral es la regla y esto se traduce en desempleo + subempleo, bajos salarios o ingresos, baja cobertura de seguridad social, pobreza persistente, migración interna o hacia el exterior, o sea desarraigo cuando las expectativas de mejorar las condiciones de vida no se realizan. A tener en cuenta que actualmente la migración tiende a convertirse en una suerte de “escape” que muchas veces se trunca en el intento (casos de repatriados de España) o una estrategia incierta de sobrevivencia en los márgenes de la capital (área central urbana) y pueblos del interior.