El reclamo campesino por tierras es quizás uno de los fenómenos sociales y políticos más recurrentes y sensibles del proceso de transición. Este reclamo se ha canalizado fundamentalmente vía la tramitación jurídica/administrativa -pedidos de expropiación y/o compras de tierras para nuevos asentamientos-. En muchos casos, la falta de respuestas oportunas por parte de las instituciones encargadas de la cuestión agraria ha obligado a los campesinos a adoptar diversas formas de presión como las ocupaciones de hecho, las marchas y plantones frente a edificios públicos, el refugio en la Catedral Metropolitana. Sin embargo, el fenómeno de la lucha por la tierra no siempre ha sido encarado en su real dimensión al punto que se ha cuestionado la misma existencia de «campesinos sin tierras».